Entre las funciones más destacadas que desempeña la persona administradora de la educación, se encuentran: liderar procesos de planificación estratégica, organización, dirección, supervisión, control y evaluación, que requieren ser asumidas con solvencia académica, compromiso y calidad humana, así como condiciones de innovación y emprendimiento, indispensables para dirigir las organizaciones educativas y procesos de cambio, de cara a los retos del siglo XXI. En este contexto, algunos espacios laborales que podría llegar a ocupar el profesional en Administración Educativa son los siguientes:

- Dirección de centros educativos públicos y privados en los diferentes niveles de enseñanza (Preescolar, Primaria, Secundaria, Centros de Educación Especial).
- Coordinación académica
- Asistente de dirección
- Subdirección
- Asistente de supervisión
- Asesoría pedagógica
- Asesoría nacional
- Supervisión de circuito escolar
- Dirección regional
- Consultoría nacionales e internacionales

Además de los espacios laborales tradicionales ejercidos por una persona profesional en Administración Educativa, existen espacios emergentes que se desarrollan en colegios profesionales, organizaciones no gubernamentales, municipalidades, empresas transnacionales, entre otras.